De nuevo se retrasaba. No era la primera vez que el joven pintor trataba con aquel cliente; y sabía que era de fiar. Pero tratándose de Toni, uno nunca conseguía sacudirse del todo la inquietud. El asesino más grande del último siglo. El más mortífero. Y el más dulce. La escena del crimen siempre aparecía limpia; el cadáver, sonriente. Y el cuadro…
Un detalle amargo para la viuda, una delicada muestra de sadismo…nadie se ponía de acuerdo. Pero todo el mundo coincidía en que el retrato de la víctima que siempre aparecía al lado del cadáver era, como poco, magnífico; y, poco a poco, la calle fue tejiendo historias sobre la identidad del misterioso pintor.
El encargo de ese día fue especial. Inmediatamente, el joven entendió que no debería pintar un simple retrato. Aquella debía de ser su obra maestra.
Sentado frente al caballete, se torció levemente y, poco a poco, empezó a acariciar el lienzo, con la vista clavada en el espejo.

El adios de la armónica



Por fin sintió de nuevo aquella picadura de satisfacción, cortesía del mosquito de la inspiración espontánea.

Sabía que pronto se diluiría. Hacía mucho que se había desecho del súbito sentimiento de haber perdido algo importante cuando esto ocurría. La ligera decepción por no haber podido compartir algo tan bello, por ser el único en disfrutar de su propia creación, había dado paso al simple regocijo por lo efímero. Jamás sentiría más dolor porque aquellos momentos no duraran para siempre.
Separó lentamente la armónica de sus labios. Su sonido había desaparecido, y sin embargo… aún seguía ahí. Le esencia de sus vibraciones no se las había llevado el aire. Permaneció con los ojos cerrados, aspirando el aroma del silencio, y sintiendo el calor de aquellas notas que se habían diluido en el tiempo, aún latentes en su voluntad.
Se dejó embriagar por la sensación de que le hacían mejor persona.

Se levantó, y, sin despedirse de su armónica, dejó que el aire de aquel otoño especialmente frío le guiara.

El instrumento permaneció en el banco, esperando que alguna otra persona lo hiciera sonar.

Se Vende




Con paso perdido, arrastró los pies mirando de refilón los puestos, como había hecho tantas otras veces.

Era un mercado en el que vivía todo el mundo, y en el que todo tenía precio.



La felicidad se compraba con ignorancia.

A algunos les parecía un precio extraordinariamente caro, y a otros, extraordinariamente barato.



En los puestos de ropa, la gente se amontonaba para comprar personalidades.



Existían quioscos donde abundaban los coleccionables que se pagaban con buenas intenciones, y que mucha gente empezaba pero que pocos conseguían acabar.



Sonrisas falsas y palmaditas en la espalda eran bienes intercambiables; y en los concurridos corrillos donde se hacían trueques con secretos, la soledad era un bien del que todo el mundo se quería deshacer.



Podías comprar odio a cambio de sinceridad.



Subidos en taburetes, multitudes de pregoneros intercambiaban principios por fidelidad; y en determinados sitios, podías obtener experiencia a cambio de sangre.


Había gente que afirmaba vender libertad, pero nadie afirmaba poseerla.



Como en todos los mercados, había timadores, y gente que comerciaba con cosas tan sagradas como la ilusión.



A veces, paseando por ese mercado, podías llegar a comprar algo, y no darte cuenta de que lo habías hecho hasta que no pudieras seguir pagándolo.

Como en todos los mercados, había precios demasiado altos, y final de existencias.



Como en todos los mercados, había tanta gente que se hacía fácil hablar, pero dificil escuchar.



Era un mercado en el que vivía todo el mundo, y en el que todo tenía precio.


Con paso perdido, arrastró los pies mirando de refilón los puestos, como había hecho tantas otras veces.



Buscando a alguien que no viviera allí.

El baile de las musas ciegas



Ensimismado, deslizó el dedo por el cristal de la ventana, siguiendo el recorrido de las gotas de lluvia. Inevitable, previsible... pero fascinantemente caótico. Jamás podría adivinar qué pequeño cambio de dirección tomaría la gota, o con qué otra gota podría unirse. Pero tenía la certeza de que, pese a todo, seguiría cayendo inexoráblemente, hasta llegar al final. Todas tenían su final.
Así de simple. Así de bello. Así de cruel.


...



La vista fija en el cristal.



Sonrisa en una cara que no sonríe.



...



Las palabras nacían con la forma ya dada. Desde lo más puro de su conciencia, surgían como algo tibio que emerge de un lago frío y sereno.






Quería llorar las palabras...



Hacer que dibujaran un cuadro abstracto.



Le daba igual que nadie le encontrara sentido; él tenía claro los colores.






Quería desnudar su alma de tal modo que llegara a hacer sentir pudor a aquellos que lo leyeran.



Quería hacer a los que no formaran parte de algo tan bello lamentarse por ello.



Quería herir a aquellos partícipes de su inspiración.






Dejaría flores muertas sobre lápidas con forma de recuerdos.



...



Cerró los ojos, y se limitó a sentir.






No hacía falta que dibujara nada.






El arte existirá, cuando exista gente para contemplarlo.



...



Ensimismado, deslizó el dedo por el cristal de la ventana, siguiendo el recorrido de las gotas de lluvia.






Levantó la mirada un instante. Ni siquiera llovía.

Soliloquio del robot



Mírate. No eres más que un preso.

Un cáncer.

Y lo peor es que eres consciente de ello, y te gustaría remediarlo. Mejor dicho, lo peor es... que en verdad puedes remediarlo.

Eres un complejo de carne que se mueve mediante impulsos eléctricos. Las fuerzas que te hacen sentir dolor son las mismas que mantienen sujetas las partículas de una mesa. Viendolo de ese modo, en poco te diferencias a una piedra.

Pero ya se lo que me dirás.

Las piedras no piensan, ni sienten.

La habilidad de abstraer ideas en tu mente te hace sentir especial. Pero esa misma capacidad te permite darte cuenta de que ... tal capacidad no existe.

Son, nuevamente, meros impulsos que te hacen ser consciente de lo que te rodea; solo que, a diferencia de otros seres vivos ... tienes la desgracia de que también te hace ser consciente de lo que eres...

Volvemos al punto de partida. No eres más que el virus que está matando un cuerpo que tú mismo habitas. Y tú, en un derroche de autocrítica del que te sientes orgulloso, piensas que perteneces a una raza que no merece sobrevivir.

He aquí la trampa. El mecanismo biológico que te hace ser consciente de la necesidad de que dejes de existir ... no tiene otro fin que seguir existiendo.

Posees infinitud de sentimientos. Muchos de ellos te resultan bellos y gratificantes, y los mitificas hasta el punto de creer que perdurarán hasta después de tu muerte. Pero sabes que no es así. No solo eso. Sabes que son fruto de reacciones hormonales que ni siquiera puedes controlar. Esos sentimientos altruistas que posees hacia los demás seres como tú no son más que el fruto de la necesidad inevitable de sobrevivir inherente a tu condición de ser humano. Haces lazos de amistad porque te ayudarán a sobrevivir. Te enamoras, porque necesitas descendencia. Y hasta serías capaz de renunciar a tu propia vida por la de los demás. Y pese a todo... estos siguen siendo actos egoistas, cuyo único fin son la permanencia del acervo genético humano en el tiempo.

Y eso te aterroriza.

Porque sabes que eso te hace igual a mi.

Porque eres consciente, quieres evitarlo, puedes evitarlo, pero no lo harás.

Te enamorarás.

Pero no desesperes....

Existe otro sentimiento. Un sentimiento que no nace de la necesidad de sobrevivir... un sentimiento que puede incluso oponerse a esa necesidad. Un sentimiento que te hace débil y patético.

...

¿Porqué lloráis los humanos?


...

La pena es lo único que nos diferencia a ti y a mi.
No la menosprecies.

Nada por aquí

La verdad es que a todos nos gusta la magia, pero no todos son capaces de hacerla. Yo, despues de muchos meses de preparación, bañandome en cascadas de agua fría y empollándome libros de mecánica relativista, he conseguido obtener la habilidad mental suficiente para llevar a cabo el fantabuloso truco que vais a ver a continuación:



No todo el mundo puede hacerlo, ¿eh?

Hazañas frikis de Chuck Norris



Esta no es la típica lista de Chuck Norris. Bueno, sí lo es. Pero no es la típica lista que lees para luego preguntarte quien demonios será el colgao que la ha hecho. Yo y un amigo hemos la hemos elaborado, casi sin querer, tras plantearnos que ocurriría si Chuck Norris fuera un personaje de nuestras series favoritas. Ahí va:

Naruto

- Chuck Norris no es mencionado nunca en Naruto. Eso es porque pronunciar su nombre en voz alta produce la muerte.
- El Kyubi es la mascota de Chuck Norris, que se le escapó.
- La única manera de conseguir el Mangekyu Sharingan es matar a tu mejor amigo... o a Chuck Norris. Itachi ni se molestó en mencionar la segunda opción.
- Orochimaru tiene ese color de piel desde el día que se cruzó con Chuck Norris.
- El gorro de los Hokages está diseñado para evitar la mirada de Chuck Norris si algún día se cruzan con él.
- Las caras de los Hokages en la piedra fueron talladas por Chuck Norris a patadas. No fue un acto de respeto, sino de intimidación.
- Chuck Norris es Kage de su propia aldea, y se declara la guerra a si mismo.
- Chuck Norris solo conoce una técnica: la Patada Giratoria. Nunca necesitó ninguna más.
- Chuck Norris puede desahecerse de cualquier técnica ilusoria con solo decir "don't fuck with Chuck".
- Chuck Norris jamás usa sellos; le parecen una mariconada.
- Chuck Norris no se tira pedos; expulsa chakra puro por el ano, porque a él le sobra.
- Kakashi puede usar su sharingan para copiar la patada giratoria de Chuck y repetirla a la perfección. Pero Chuck puede arrancarle el sharingan de una patada y comérselo.
- Una vez, alguien invocó a Gamabunta para luchar contra Chuck. Gamabunta dijo "ni de coña lucho yo con Chuck Norris" y desapareció entre una nube de humo.
- Chuck Norris no usa nunca un Kage Bushin. Chuck Norris solo hay uno.
- Una vez, Chuck Norris se comió tres legos por error. Más tarde los cagó, y recibieron el nombre de Sannins.
- Para entrenar, Lee usaba frases tipo "si fallo en hacer 200 flexiones, saltaré 200 veces a la pata coja". Chuck Norris no. Él nunca falla.
- Lee se motiva pensando "si Chuck Norris, usando solo la pata giratoria, ha llegado tan lejos, yo también podré". Pobre iluso...
- Chuck Norris aprobó el examen de Chounin en una sola hora. Los primeros 59 minutos los empleó en follarse a Anko.
- Las tetas de Tsunade no son suficientemente grandes para Chuck Norris.


Star Wars

- La Fuerza es marca registrada de Chuck Norris.
- El miedo lleva a la ira. La ira lleva al odio. El odio lleva al sufrimiento. Chuck Norris te lleva directamente al sufrimiento.
- Chuck Norris va andando a todas partes. En pod tarda demasiado.
- Chuck Norris paga a Watto con créditos de la República.
- Un día, un ser vió por accidente a Chuck Norris desnudo, y no volvió a ser capaz de articular palabra. Sus descendientes se conocen como Wookies.
- El rancor de Jabba es un buen ejemplo de lo que te puede ocurrir si Chuck Norris te da una paliza y sales con vida.
- Mete un moco de Chuck en un tubo de cartón de papel de cocina, y tendrás algo similar a un sable láser.
- Kamino era un apacible planeta acuático hasta que un día Chuck Norris se tiró de cabeza.
- Los estornudos de Chuck Norris en Tatooine son llamados "tormentas de arena".
- El nivel máximo de poder destructivo de la Estrella de la Muerte es conocido como Chuck Norris. Obviamente, no pasa de una metáfora. Chuck Norris es mucho más destructivo.
- Han Solo no tuvo cojones de llamar a su nave "Chuck Milenario".
- La Fuerza no tiene solo el lado del Bien y el lado Oscuro. Sin embargo, el tercer lado es exclusivo de Chuck.
- Si Chuck Norris fuera el padre de Anakin, la madre se acordaría.
- Los viajes por el hiperespacio fueron inventados un día que Chuck llevaba prisa.
- Chuck Norris no pierde tiempo con la astrogación. Si se cruzan con un meteorito o una supernova, los destruye con una pataba giratoria.
- Obi Wan Kenobi se dejó barba porque quería parecerse más a Chuck Norris.

Dragon Ball

- Un día, una raza de guerreros llamados saiyanos mandaron una nave espacial a la Tierra con un bebé en su interior, con la misión de destruirla. Sin embargo, la misión se fue al garete, porque el niño se hizo amigo de los terrícolas... Con Chuck Norris esto no hubiera ocurrido.
- Para hacer su bola Genki, Goku pidió un poco de su energía a todos los seres del universo...menos a Chuck Norris. Tampoco quería pasarse.
- Cuando en Dragon Ball dicen que alguien es el más poderoso del universo, omiten el "después de Chuck Norris" porque se sobreentiende.
- El dragón Sheron solo se ha reido una vez. Fue cuando alguien le pidió que destruyera a Chuck Norris.
- Las antenas de los Namekianos sirven para detectar a Chuck Norris a kilómetros de distancia y esconderse antes de que aparezca. Nunca funciona.
- El maestro Mutenroshi vive tan apartado del mundo para evitar cruzarse con Chuck Norris.
- Cuando, después de pedir un deseo, las bolas se desperdigan, todas van a casa de Chuck Norris.
- El último chicle que Chuck Norris mascó se conoce con el nombre de Bubú.

Otras

- Nieztche usó el término "superhombre" porque "Chuck Norris" ya estaba registrado.
- El premio a la mejor Casa del Terror 2006 se lo llevó una que solo contaba con una habitación vacía y un cartón de Chuck Norris a escala real en su interior.